Las inestabilidad es una característica inherente a mi persona, la vía que uso es la del contínuo y constante cambio. Sin embargo, hay emociones y situaciones que crean un gran contrapeso en la añoranza del cambio, y que inevitablemente me provocan un malestar físico, mental y espriritual. Una de esas sensaciones es la de falta de tiempo. Es una sensación que aparece tarde en la vida de la persona, más o menos en la etapa de la adolescencia, cuando te encargan trabajos realmente pesados, en serie y todos a la vez. Los síntomas aparecen cuando una gran carga de estrés se deposita sobre la persona, y se manifiestan en la primera etapa cuando se cuenta el tiempo disponible hasta la fecha de entrega del trabajo. Y esto incluye las horas dedicadas al sueño. Es decir, ya se habla en lapsos de 24, 48, ó 76 horas, dependiendo del deadline.
La segunda etapa es una hueva general. No porque el sujeto confíe en que terminará el trabajo, sino porque en realidad no lo quiere hacer y simplemente lo deja para otra ocasión.
La tercera etapa de síntomas se acompaña con fuertes cargas de estrés emocional, que tradicionalmente explotan en contra de la primera persona que se atreva a tocarte.
La cuarta etapa es por lo general, pesimista. El agobiado deja el trabajo por la paz y se resigna antes de tiempo.
Finalmente, en ocasiones el afectado supera los síntomas negativos y aprovecha el tiempo, mientras que en otras se consume por la inseguridad y el poco tiempo restante...
Habiendo dicho todo esto, estoy pasando por uno de estos momentos... aún contando las 24 horas del día, no creo tener el tiempo disponible!!!
1 comentario:
Te entiendo mi buen Aldous... sufro por falta de tiempo ahorita en mis finales. Necesito más tiempo, necesito pero... incluso postergo los trabajos, sobre todo mir edacciónd e 15 páginas para mañana en que debo presentar un estudio de arte... con un profesor feo, chaparro, pelón y pendejo.
Jaa na !!
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