My life, has been extraordinary: blessed and cursed and won.


jueves, 24 de septiembre de 2009

No one to guide us (lost in the senses)

Muerte a los emos, se decía el año pasado.
Muerte a ellos, y no a otros, por el miedo.
Porque son distintos.
Y todos odian lo distinto.
Porque no se comprende a simple vista.
Como los sentimientos, las EMOciones.
La vorágine de contracciones estomacales
que nos hace recordar cuán humanos aún podemos ser.
Lo humano nos repugna.
Como el arte, el socialismo.
Venga lo digital, lo intagible.
Venga la frialdad tecnológica.
La fortaleza artificial.
Refugiémonos tras el Messenger.
Hablemos por Facebook.
Manifestémonos en menos de 140 palabras.
Al fin y al cabo, ¿a quien le importa?
Somos demasiados como para que nos importe
lo que hagan uno o dos.
Mientras no me afecte.
Mientras me dejen en paz.
Todo esta bien.
Así es. Todo, todo.
Y en verdad, nada lo está.

viernes, 18 de septiembre de 2009

He tenido este blog un tanto olvidado, y en verdad he tenido ganas de hacer de todo: comentar, bromear, denunciar y quejarme, y quejas han sido fuertes, al grado que casi casi vuelvo al K Weba Me Da... aparte he querido comenzar podcasts y ondas así.
Estas últimas semanas se han hecho públicos varios sucesos tanto alarmantes como ridículos, destacando en orden cronológico el secuestro del avión de Aeroméxico que salió de Cancún. Y Dios, las risas que ha despertado el tema... sin olvidar las teorías conspiracionales que se han suscitado a raíz del incidente. Y es que, curiosamente, coincidió con el día en que Carstens, el gordito feliz de Hacienda, junto con el Fecal, entregaron el paquete económico para el 2010, con sus respectivos aumentos a los impuestos, y desapariciones de dependencias federales.
Son demasiadas cosas por el momento, y entre ellas se cola la matanza de coatíes en la Donceles, la sequía que azota al país - y al mundo entero -, y ahora el violador serial de que está atacando en distintas supermanzanas céntricas de clase media-alta.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

De noche en la azotea


Es una noche mas. Una velada de trabajo y hartazgo, que me sabe a monotonía y desesperación. Y sin saberlo, a unos cuántos pasos, las estrellas urbanas salpicaban de colores la fría indiferencia de la ciudad