My life, has been extraordinary: blessed and cursed and won.


jueves, 29 de enero de 2009

Despidiendo a enero

Empezando a entrenar en el Albatros, medio tuerto, y con problemas de dinero, es como se perfila el fin del primer mes del 2009. Algunos proyectos personales parecen tomar camino, otras ideas sobre el futuro siguen nubladas, y mis esperanzas siguen puestas en marzo.
Por lo menos, mi primer viaje tiene que ser al de Radiohead, y mi graduación tiene que ser este año. Como decía antes, si el 2009 va a ser mi año de transición, entonces voy a demostrar que los proyectos pendientes terminarán de concretarse.
De la misma manera, mi primer libro tiene que estar listo, y mi primera antología se está moldeando rápidamente, a tal grado, que varios cuentos - al día de hoy - se encuentran "en la punta de mi mente", simplemente esperando por esa ráfaga de fuego y calor que enciende mi chispa de escritor, me nubla la mente, y comienza su faena frente al teclado. Es justo mencionar, que esa chispa es lo más difícil de conseguir, en un estado normal como el que me congoja en estos días.
Finalmente, unas contribuciones al periódico podrían abrirme nuevas puertas, pero eso estará aún por verse. Por el momento, espero lo mejor, pero me preparo para lo peor. Total, del suelo no pasas.
Aunque... el aspecto financiero... sí me da miedo.

lunes, 26 de enero de 2009

Día 27 - Tuerto por 24 horas


Hoy desperté con un horrible dolor en el ojo y no se me quitó en toda la mañana. Al mismo tiempo que sentía punzadas en el ojo, unas gruesas lágrimas escurrían por mis ojos. En la tarde me llevaron al doctor quién me diagnostico una basura en el ojo. Ahora me van a quitar el parche hasta mañana a las 4.

sábado, 24 de enero de 2009

Día 24 - 2009, mi año de transición

Así como al principio de su designación, al nuevo Sumo Pontífice de la Iglesia Católica se le consideró un "Papa de Transición" - porque se creía que no les iba a durar mucho -, estoy considerando al 2009 como mi propio año de transición. Año en donde debo concluir con mi primera etapa en la universidad para poder entrar a otra etapa - aún desconocida - diferente, mejor. Pronto volveré a centrar este tema dentro de mis propias discusiones internas, pero ahora que pude ver entre la espesa bruma que bloquea el conocimiento del futuro a nuestro espíritu, haré todo lo posible por terminar de atar los cabos sueltos de mi vida durante el 2009.
De esta manera, mi año no tratará sobre nuevos propósitos y retos a cumplir, sino que lo centraré en concluir los proyectos pendientes, pagar las deudas restantes, y, en pocas palabras, cerrar los círculos incompletos de mi vida... incluyendo pagar el karma pendiente, por muy doloroso que me resulte al final.

miércoles, 21 de enero de 2009

Día 22 - atardecer en la calle

Ya se me hace raro circular por la tarde encaminándome hacia un destino que no sea mi trabajo. Me gusta el rollo del periódico, pero el horario puede resultar agobiante. Las clases han comenzado de nuevo, y yo sigo fuera de la escuela.

Con este semestre se suma ya un año "sabático", con un Aldous sintiéndose aún ligado a una escuela que está a punto de sacudírselo del regazo, arrojándolo al vórtice del quehacer cotidiano. Aún y con todos los miedos que implica, quiero ya dar el próximo paso, porque si algún ciclo se ha manifestado como omnisciente a lo largo de mis 22 años, ha sido que siempre parezco ir un paso atrás de los demás. Y en realidad no es que sea un rezagado en la escuela, éste ciclo se me aparece de muchas formas, en miles de situaciones, y parece que por fin he logrado comprender que tal vez sea la vida la que me esté llevando a un ritmo, igual y para enseñarme una lección - que aprenda a no ser tan desesperado - ó que simplemente se me esté inculcando el hábito de esperar a que las cosas "caigan bajo su propio peso".
Y ese que si hay algo que me gusta hacer, es forzar las cosas. Desde espiar en los regalos de Navidad, hasta leer los spoilers del manga de Naurto, y rompiendo el límite buscando alguien que pueda revelarme el futuro a través de métodos de adivinación, tengo una inexorable tentación por tener las cosas cuando yo quiero, de la manera en que yo quiero. Siempre ha sido así, y sé que es un error.
Siendo un creyente de las vidas pasadas, estoy casi seguro de que la lección a aprender en este ciclo es el de la paciencia, la tolerancia, y el respeto. Y lo intuyo porque son las pruebas más difíciles que se me han presentado en la vida, la paciencia en situaciones, la tolerancia a los demás, y el respeto al prójimo y a mí mismo. Quien sabe, pueden ser meras cavilaciones de un editor cansado en un día pesado. O pude haber descubierto un poco de luz en el asunto.

viernes, 16 de enero de 2009

La cenita en casa de Vianney

Aquí en casa de Vianney celebrando su graduación académica. Gracias a mi bizarro horario, llegué cuando todos estaban medio happies... sobretodo el Carlitos, que en la foto ya sale medio tomado. Vianney me perdonó por no ir a su graduación y devoré la deilciosa lasagna preparada por Carlos.


Los bastidores tras la fachada de Cancún

La calle era larga, el frío era intenso, y yo ya no podía soportarlo.

jueves, 15 de enero de 2009

Adriana escribiendo

Cuenta la leyenda de un espíritu en pena que se aparece en las madrugadas en las oficinas de El Periódico. Pena y sufre en su escritorio al no encontrar las notas para terminar su avance.
Ésta ha sido la segunda prueba exitosa en mi blog. La primera ocurrió cuando logré subir contenido de Word al Tintero Azul. Ahora, puedo subir fotos y contenido desde mi dispositivo míóvil... lo que seguramente generará muchas entradas ociosas como ésta.


domingo, 11 de enero de 2009

Primera entrada desde Word

Por fin me ganó la curiosidad y empecé a registrar mi cuenta desde Word, en espera de que funcione. Ésta es la primera prueba.

jueves, 8 de enero de 2009

2009 - Día Ocho

Bueno, no he escrito en siete días, lo que prácticamente anula la primera promesa del año: escribir todos los días. Pero bueno, como no he estado haciendo taaaanto, puedo resumir los últimos acontecimientos en mi vida.

1. Aprendí lo que es la cuesta de enero. A pesar de que ni compré cena, ni compré el arbolito, ni llevé a cabo los gastos reales que uno suele hacer, sí se me fue una parte de mi quincena en los regalos de Navidad. Aunque realmente la cuesta de enero, la padecí en la segunda quincena de diciembre, ya comprendí que ahorrar lo más posible es la clave a mi futuro viaje para ver a Radiohead.

2. Día de Reyes. Dos regalazos me alegraron el Día de Reyes, el cual iba a ser completamente trivial este año, debido a la precaria situación económica por la que estamos atravesando. De cualquier manera, eso no impidió que me trajeran un celular nuevo - del que ya estoy enamorado - y un morral con la forma de la jícara (desconozco la traducción literal de Gourd, en este momento, chequen la hora de publicación) de Gaara, que está muy chida.

3. Salí con la buena banda. Sin foto para adornar esta entrada, el sábado salí con los viejos amigos en una de esas noches donde el destino viene con todo para desarmarte el plan. Apenas los alcancé en Guanatos, pagaron la cuenta y se dispusieron a ir a Pure, plan que al principio pensé sería medio tedioso para mí, pero que al final acepté. En esta primera etapa estaban Jorge, Armando, Lety Pimentel, Mariel, Vianney, Carlos, Esaú y Ximena. Al encontrar el lugar prácticamente vacío, optamos por salir al estacionamiento para enfrascarnos en una discusión épica sobre si aventarnos a la aventura para ir a Playa del Carmen en ese momento (era como la una y media de la mañana) ó ir a Dubai. Por fortuna, entramos en razón y llegamos a un atascado Dubai, que celebraba ese día el Juguetón de TV Azteca, y donde esperamos un buen rato como limosneros, esperando - ingenuamente - que nos dejarían pasar sin tener mesa a esas horas. A esta etapa se nos zafó Jorge, quien ya no llegó. Lo chistoso del asunto fue el cadenero, preguntándonos cuántos éramos - y respondiendo 6 ó 7 - contra 25 que estaban al lado de nosotros. Y los dejaron pasar primero a ellos... Finalmente, Mariel accedió a dar su casa para la fiestecilla casera, y en esta tecera etapa se desaparecieron Lety, Carlos y Vianney, por lo que la super fiesta fue atendida por Mariel, Armando, Esaú, Ximena y yo. Quinteto diverso y animado, disfrutamos un rato agradable (por lo menos yo me divertí), y despedimos a Ximena y Esaú a eso de las tres y media de la mañana. Armando y yo nos quedamos un ratito más, pero al final nos pasamos a retirar a eso de las cuatro y cachito. Finalmente, me despertaron a las nueve de la mañana... como odio que pase eso...

3. Me tomé un buen día de descanso. Ignorando que apenas me pagaron una cuarta parte de la quincena, me pasé mi día de descanso en Playa del Carmen, recorriendo calles, viendo gente, y al final, buenas risas en Madagascar 2. Todo esto en compañía de mi compa, Mario Arnal. Cabe destacar que ambos tuvimos un buen respiro.

En fin, ésa fue mi semana, y eso que no estoy ahondando en algunas confusiones y reveses que he tenido en cuanto a lo que quiero ser y hacer de mi vida en este año. Hay tantas opciones y tan poco dinero... que realmente no sé por qué me estoy partiendo la cabeza con eso. Por el momento, anhelo mi próxima quincena.

martes, 6 de enero de 2009

jueves, 1 de enero de 2009

2009... día uno

A veces me prgunto por qué siempre nos deseamos un feliz año, a sabiendas que no todos los días serán felices, ni todos los meses serán buenos, y que inevitablemente pasarán cosas malas, tristes o desafortunadas ya sea en nuestra vida o en la de los seres queridos. Sin embargo, la respuesta es simple. Las personas tienden a pensar en la generalidad en lugar de en las particularidades. De esta manera, cuando recordamos el año viejo, no hacemos un minucioso recuento día por día de lo que nos sucedió en cada momento, y así como exaltamos los buenos recuerdos, también mencionamos mentalmente aquellos sucesos un tanto tristes, controversiales, ó de plano adversos.
De esta manera, yo sí quiero desear una feliz particularidad a todos, quiero que en este 2009 se disfruten los momentos felices, se atesoren los minutos y los segundos en los que reímos, y se guarde respeto a aquellos inevitables sucesos que al final preferiríamos olvidar. Aquellos "sabios" que gustan de predecir los eventos venideros con gráficas, tablas, y mediciones cuánticas - los seres que le rinden tributo a deidades muchas veces más influyentes que la religión -, aquellos inmersos en un subjetivo mundo de montañas rusas y decisiones arriesgadas por tesoros intangibles, premios subjetivos y recompensas digitales, éllos, han predicho que este año será difícil para nuestro país en esa materia de cuyo nefasto nombre no quiero acordarme, pues la trataré de prohibir en mi léxico.
Anyways, estamos ante un año que se antoja difícil por la maldita crisis mundial, por lo menos es lo que dice el pronóstico. Sin embargo, yo estoy seguro de que será un gran año para mí y para algunos de mis compañeros y amigos, que por primera vez se enfrentan a un año completamente fuera de la escuela, desprotegidos ya de ese bendito escudo que nos define como "estudiantes".
Ahhhh, los estudiantes, nunca sabemos cuántos beneficios tenemos hasta que estamos a punto de verlos perdidos, aunque para algunos rezagados universitarios, como moi, éste es un privilegio en el que aún nos podemos revolcar.
Durante diciembre he vivido fuertes cambios emocionales, que por un momento se salieron de control, y que - casi mágicamente - se resolvieron en éstos últimos días. Esto me ha permitido empezar el año con la cabeza completamente en alto, sabiendo exactamente cuáles son mis metas y objetivos para el 2009, y hoy por hoy tengo la seguridad de que se verán cumplidos. ¿Cómo es que lo se? Jajaja... pues simplemente ¡no lo sé! Pero confío en que mi destino me guiará mientras camino. Y es que, muchas veces cuando nos ponemos a meditar qué es lo que queremos de la vida, o qué quiere la vida - ó Dios - de nosotros, nos detenemos a reflexionar cada aspecto de nuestras vidas, en lugar de continuar avanzando con la confianza de aque lo descubriremos en el camino.