My life, has been extraordinary: blessed and cursed and won.


martes, 23 de noviembre de 2010

Día trescientos y algo... no recuerdo y no me interesa...

Creo que es oficial. Estoy deprimido. No he escrito últimamente y la tinta - que antes pulsaba con fuerza en un intento pot escapar de mis venas - se ha diluido entre el agua y la sangre. Me siento como arrastrado por una gravedad formada por la inercia de mi empuje inicial del año. Una consecuencia predecible dado que no soy de los que mucho abarcan y mucho aprietan.
Los numerosos intentos por ordenar mi rutina fracasaron hasta que entré a dar clases. Ahora me veo envuelto en una mecánica que quema y sofoca en las partes más álgidas del día.
Me deprime mi situación laboral. Ambas. Y también la personal y la sentimental. Hace poco tuve un minúsculo atisbo de luz e inspiración, producto de una incomprensible añoranza por una realidad alterna que quedó trunca hace años. Y que todavía consume algunas brasas de deseo. Deseo de una vida más urbana, más amplia, desconocida, peligrosa, adictiva, sensible, concienzuda, maldita, genial.
Me deprime el encontrarme atado más que nunca a una dependencia económica tan insulsa, tan ridícula. Caminar a la regadera, vestirme, ver el amanecer, trabajar, comer, trabajar, comer, dormir unas horas y volver a trabajar. Sé que había venido pidiendo otro empleo, pero los horarios están demasiado dispares como para ser de mi gusto.
Me deprime verme así en uno, dos, o cincuenta años. Me rehúso siquiera a pensar que pasaré otro verano con las tardes truncadas. Me niego. Y el diminuto haz de iluminación vuelve a hacerse presente con la solución más obvia.
Sin embargo, ni siquiera esta nueva respuesta puede arrancar mi realidad de la deliciosa zona de confort en la que descanso. A pesar de todo, es una vida un tanto fácil, sin riesgos. Mediocre, pues. Y me caaa....e que no viviré así un año más.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Tiempo...

Hora de rescatar las cosas por las que sueño. ¿A pesar de dejar más cosas a la mitad? ¿A costa de la economía familiar? Tal vez, tal vez no. Pero algo debo hacer. Las ideas se han reactivado pero no encuentro ni un quantum para desarrollarlas. Si no es Chana es Juana o la hermana, pero distintas situaciones se me atraviesan inexorablemente para impedirme un avance real en la novela.