My life, has been extraordinary: blessed and cursed and won.


lunes, 7 de julio de 2008

Futuro, futuro, futuro....

Recien acabo de llegar a Cancún, después de dos semanas de trabajo que francamente se me pasaron como un mes entero fuera de todo contacto con el mundo. Esta situación, por supuesto, me distrajo por breves momentos de mis sentimientos hacia la vida y el futuro en Cancún, de los cuales yo ya pasaba de echar pestes a maldecirme constantemente... lástima que sólo se le pudo dar una escapada y no una solución permamente a mi situación. Durante los últimos dos semestres, he estado viviendo en un estado bastante incómodo de hartazgo y asfixia por vivir aquí. Se me antojan siglos desde la última vez que pisé el Distrito Federal para ver a The Killers y compañía en el MotoRokr Fest del año pasado. Y no es que hayan sido años en realidad, sino simplemente meses y vivencias demasiado largas que hacen de mi vida una larga recolección de momentos que parecen extenderse y extenderse.
Y cada día que pasaba, la asfixia se expandía en mi garganta, y terminaba por tornarme irritable con las personas, y miserable conmigo mismo, abatido por una sensación de inutilidad, de encierro perpetuo dentro de un ambiente que ya no me gustaba, y, por consecuencia, de un nuevo bloqueo mental que me ha impedido avanzar con mis proyectos literarios. Aún no sé que es lo que quiero, excepto que vuelvo a tener este ávido deseo de estudiar letras y encontrar mi propio estilo literario.
Ahora que la universidad está terminando - no como yo esperaba claro está - trato de pintar una tenue línea con lo que espero avanzar a corto y largo plazo, y esa línea aún se traza inciertamente y bajo muchas variables - económicas principalmente. En fin, lo que me da gusto es que después de cuatro años después de haber estudiado Comunicación aún mantenga mi anhelo por ser escritor y un deseo que arde intensamente por refinarme y estudiar lo que desde siempre supe que quería ser.
Sólo espero poder conseguirlo y que el 2012 no afecte al mundo como dicen que lo hará, y es que en estos tiempos de profecías, revelaciones, desastres, guerras, calaveras de cristal e Indiana Jones, uno ya no sabe...