My life, has been extraordinary: blessed and cursed and won.


jueves, 11 de noviembre de 2010

Tiempo...

Hora de rescatar las cosas por las que sueño. ¿A pesar de dejar más cosas a la mitad? ¿A costa de la economía familiar? Tal vez, tal vez no. Pero algo debo hacer. Las ideas se han reactivado pero no encuentro ni un quantum para desarrollarlas. Si no es Chana es Juana o la hermana, pero distintas situaciones se me atraviesan inexorablemente para impedirme un avance real en la novela.

jueves, 7 de octubre de 2010

My turn. 15 things about me

1. I'm the kind of person that knows a little of everything and a lot of nothing.
2. Being a full time writer is my main goal in life.
3. Watching a sunset makes me feel alive and raises my spirits, even in my gloomier days.
4. Watching TV, reading and playing videogames are also called "research" in my personal dictionary.
5. I believe communication must be scrapped as a career and instead be incorporated into general culture.
6. I strongly belive 2012 will bring serious and positive changes to the world.
7. I was born in Mexico City but grew up in Cancun. While I still miss my cradle, I've gotten used to life in here, as there is a lot of work to do to help society become tighter and unified.
8. I love to listen to people and give advice.
9. I think that if I could sacrifice myself to make the rest of the peoples' problems fade away, I'd do it.
10. I love to buy notebooks and collect all kinds of pens.
11. I will never be satisfied with my actual life.
12. Nostalgia is an essential part of my soul.
13. Sickness and disease are no strangers to me.
14. I believe in everyone's potential to give and recieve love, although many are just too scared of feeling to care.
15. I believe a teacher must commit with their students on a human level. The "barrier" that some people say should exist between teacher and pupil seems archaic to me. Kids and teenagers need to be listened, they need to know someone else cares for them, and nowadays, teachers are just too indiferent to care for what their students are living. I consider hat is a main detractor in today's education.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Día 261. Lo que no te mata te hace más fuerte

Triste época la nuestra, llena de insatisfacción, frustración, vidas torcidas, dobladas, truncas, desviadas, torcidas, entroncadas, encrucijadas, revueltas, negadas, abnegadas e indispuestas. Triste época en la que ahora lo que se busca es la búsqueda, para después buscar la razón de la búsqueda, y así, antes de suicidarse, encontrarse ante una respuesta vacía, hipócrita, que sólo dejó mas preguntas, dudas y mentadas de madre. Y así, para cuando se dicte la causa de muerte, se diga "murió de un mareo convulsivo al darle vueltas a un asunto simple y sencillo, embargado en una extraña mezcla de desidia, inmadurez y arrogancia". Ni modo. Se creía demasiado bueno para ser verdad.
Asi pues, ¿qué queremos, carajo? Quien sabe, pero mientras la búsqueda continúa, el vacío emocional parece crecer a un ritmo acelerado, agigantado, en convulsivas tormentas que no hacen más que elevar el descontento y la desorientación.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Día 253. Del alumno y el maestro

Estoy a dos semanas de cumplir un mes desempeñándome como maestro de inglés. Me siento felliz, contento y satisfecho. A pesar del agotamiento físico y mental, de los tropiezos, regaños y responsabilidades extra, estas semanas han sido de lo más revitalizantes y satisfactorias. 
Mi rutinario trabajo de oficina había engendrado la semilla de una depresión que creció tan lenta y paulatinamente que no me había dado cuenta que estaba ahí. Esos pequeños detalles que antes tomaba con tanto placer, por más efímeros y evanescentes que fueran, habían perdido su sabor. El simple hecho de saberme esclavo de un horario que cubría las horas que más disfrutaba del día me habían drenado de la expectativa de lo inesperado, de la chispa de lo espontáneo y de la magia de la imprevisibilidad.
Busqué la solución por todas partes: en salidas imprevistas, cervezas a cualquier hora del día, descansos prolongagos, objetivos no muy concretos en el gimnasio, pero los rezagos en la vida se extendían más allá de todo control.
Y los factores esenciales eran evidentes: el mayor cambio logrado había sido un ascenso temporal que me permitió explorar las sensaciones, límites y alcances de la dirección editorial de un periódico. Mi titulación seguía estancada (y aún lo está), debido a la desidia nacida del tedio de las colas y los trámites para continuar con el papeleo de la titulación. Además, una vida social a pique y una mente que parecía perder el contenido almacenado con tanto esfuerzo durante tantos años, sin contar con el latente deseo de batir las alas y escapar de esta ciudad, me producían unos frecuentes deseos de tomar el volante, pisar a fondo el acelerador y salir lo más rápido posible, sólo para sentir un cambio de verdad en mi vida. 

Hoy, justo como en la segunda mitad del año pasado, todo parece haberse reiniciado. Si el año pasado el cambio lo significó el repentino choque entre dos mundos que parecían completamente ajenos y sin la mínima posibilidad de juntarse, hoy la chispa han sido mis alumnos.
Gracias a ellos he podido visitar los rincones perdidos de la memoria, acontecimientos, anécdotas y vivencias selladas, distantes, de un yo más joven, inmaduro, preocupado y depresivo. Esos años desfilan con frecuencia mientras me paseo por el salón, enfundado en un uniforme que no acaba de ir con mi personalidad, ejerciendo una suerte de autoridad jamás experimentada, intentando compartir un cúmulo de experiencias, consejos, advertencias y aprendizaje propio entre phrasal verbs, collocations y verb tenses. Los veo ahora como yo me ví hace siete u ocho años: con el mundo a sus pies, la vida tan grande y extensa, tiempo de sobra, y una maraña de preocupaciones ante una vida que no acaban de dominar, a pesar de que no lo acepten tan fácilmente.
Los que ya manejan se sienten los amos de la calle y los pasillos. Los que ya dejaron de ser vírgenes se pavonean frente a los demás exudando una cierta aura de experiencia arrogante y confiada. Aquellos que han conseguido novia aprovechan hasta el último segundo del día a su lado. Los recesos sirven para compartir y expresar habilidades deportivas, puntos de vista, piropos, chismes, mala y buena vibra. En las horas cercanas a la salida los jóvenes son todo nervios, desesperación por romper la imagen de estudiantes y colocarse las vestiduras que les confieren el honorario título de "reyes del hogar", objeto de atención y preocupación perpetua de sus padres.
Y mi materia ¿que les importa? A algunos, mucho. A otros, un poco. A muchos otros, nada. Pero todos están embarcados en el mismo camino. Razones aparte, todos escogieron la capacitación de inglés, y por ende, todos se hunden o salen a flote por igual. Frente a mí desfila la esperanza del mañana, la generación que verá los verdaderos daños en el planeta, que presenciarán el fin del mundo en el 2012 apenas graduados de la preparatoria, confiados en la vida que tienen por delante, en su esfuerzo o en su suerte para perseguir aquello de lo que nadie escapa: un destino.

sábado, 28 de agosto de 2010

Día 240. Del odio

Veo el convulo desprecio, y me doy asco.
Escucho las palabras que no me dices, y me das asco.
Pruebo los límites del orgullo, y todo es un asco.
Porque entre el orgullo y el deseo, el primero parece siempre ganar.
Quiero gritar, rugir, saltar, escapar.
Hoy más que nunca, mi vida gira hacia un fin.
Pero alrededor de ese punto de fuga, las alternativas resplandecen.
Me tientan, me incitan a esa violenta explosión para dejarlo todo atrás.
Me recuesto. Miro a mi alrededor.
Lo tengo todo.
Y nada.
Porque ese odio limita el gozo.
Eclipsa mi felicidad.
La gratitud.
Y me consume.
Me toma de la mano, y me recuerda que la luz es para los iluminados.
Y que yo no pertenezco a ese reino.

martes, 17 de agosto de 2010

Día 229. Sobre la educación, lo mexicano y los medios (lo de siempre)

Paseando por los foros de IMDb en busca de perspectivas para mi reseña de "Mi Villano Favorito", me encontré con un tópico que hacía mención a una broma en particular que tenía una buena dosis de humor negro. El usuario se quejaba por el tono de la broma, y aludía a la pérdida de la sensibilidad en los padres de familia que encontraban cómica dicha situación. Más abajo, una réplica al comentario colocó una liga a un artículo que me dejó pensando aún más.
El artículo en cuestión, titulado "A Nation of Wimps" (Una Nación de Llorones, en una traducción coloquial),  sugiere que los padres actuales vigilan tanto a los niños, y tratan de quitar todos los obstáculos con tal minuciosidad, que terminan por volverlos unos "llorones". También explica que el factor de derrota es la clave para que el método de "prueba y error", al que deben estar sujetos en la infancia, se ve desequilibrado cuando el "error" es constantemente eliminado o reducido por los propios padres, quienes, en un esfuerzo sobrehumano para que sus hijos "tengan todo lo que ellos no tuvieron" dejan de darse cuenta que están resolviéndoles la vida en las partes en donde los mismos hijos deben avocarse a resolverla por ellos mismos, y por ende, los vuelven dependientes, frágiles y más propensos al fracaso cuando se ven enfrentados por sí mismos ante una determinada situación.

Platicando con compañeros de trabajo que vivieron una infancia en décadas distintas, llegamos a la conclusión que los niños de hoy, mientras que "viven un paraíso", también sufren las consecuencias de estar inmersos en una burbuja durante su temprana infancia. Con progenitores que prefieren comprarles el mundo antes de verlos llorar, los niños aprenden a chantajear de mil maneras distintas, encuentran los puntos débiles de los padres, y, al estar más propensos a vivir en un mundo globalizado, demandan lo que ven de otras culturas, como la americana.

Esto puede tambien definirse como una seria pérdida de valores e identidad cultural, toda vez que, a la par de aprender a través de los medios un estilo de vida que no es el suyo, dedeñan el ambiente cultural e ideológico bajo el cual nacieron, convirtiéndose así en "grinches" de lo mexicano, de lo propio, de lo patriótico.

Quizás es por ello que el Bicentenario se siente más en los medios que en las personas. Además del desencanto por los errores, fracasos, corrupción y demás desaciertos del gobierno y la sociedad, se suma la añoranza por el césped más verde, claro, el del vecino. Quizás haya que volver a las épocas de antaño, un poco de dureza para educar, enseñar lo que "respeto" significa de verdad (y no digo que volvamos a los golpes), quizás haya que dejar que los niños se valgan por sí mismos para que aprecien lo que los padres les dan, y a la vez, para que vean que los medios mienten descaradamente, que su vida no es (y tal vez jamás será) una película, telenovela, o serie de televisión.

Quizás escribo esto en un momento de lucidez de la conciencia, tras leer sobre una situación que me suena muy familiar, y quizás el que necesite los consejos soy yo.

lunes, 16 de agosto de 2010

Día 228. Pequeñas anotaciones (Y despotricos contra Twilight)

1. Ya va más de la mitad del año, y me parece curioso cómo el tiempo se me hace tan relativo. Por una parte, al ver la fecha actual, pienso que se ha pasado en un parpadeo, y por otra, cuando recuerdo los eventos que han ido sucediendo a lo largo del año, los siento bastante lejanos. Me preocupa no llegar a mis metas del año, que, aunque son pocas, han cobrado mucha importancia.

2. Las listas de libros leídos se acortan año tras año. Aún así, me agrada que se mantengan por encima de los diez libros al año. Al menos estoy arriba del promedio de libros leídos en España (7.7), pero todavía por debajo de Noruega (18) y Alemania (15). No obstante, necesito acabar al menos tres o cuatro libros más en lo que queda del año.

3. Hablando de libros leídos, este año he estado enfocándome mucho en lo que es la literatura juvenil, pues es el nicho de mercado que pretendo atacar en mis primeras obras como escritor. Así, desde finales de 2009 empecé a echarme la saga de Crepúsculo, y hasta el momento, me faltan Amanecer y la Segunda Vida de Bree Tanner, aunque no me quedan muchas ganas de agarrarlos, al menos no por ahora. Su contenido es tan superlfuo, que me siento retroceder como lector. En este sentido, entiendo la razón de que estos libros sean un gusto culposo para tantas personas. Sí, ver una mala telenovela o una película barata en ocasiones es divertido e inevitable, pero todo tiene un límite, y el volumen de páginas en Amanecer me hace preguntar cuántas veces leeré cosas como "Edward era tan bello que me olvidé de respirar por unos segundos, sólo por estar contemplando su belleza", o cosas por el estilo. Es decir, desde el primer libro la autora nos mencionó las "cualidades" del vampiro-hada así que ¡¿Por qué demonios lo tiene que seguir haciendo?! 

4. Tambien he tratado de seguir de cerca la colección El Lado Oscuro, de la editorial Océano Travesía, que ha recopilado y publicado diversos libros de terror dirigidos a un público juvenil que, al competir directamente contra la saga mencionada en el punto anterior, simplemente pasarían desapercibidas. Y es que muchas de ellas son novelas muy light, con tramas que buscan entretener y no cultivar al lector. De todos los que me he aventado (se pueden revisar los títulos en la barra derecha de este blog), el que más me ha gustado es el del mexicano Antonio Malpica, titulado "Siete Esqueletos Decapitados", una novela que tiene como protagonista a un niño de 12 años que tiene una pierna amputada. Buen personaje, buenas referencias a Led Zepellin, y buen final.