So... so you think you can tell...
Heaven from hell...
Blue skies with rain...
Can you tell a green field...
Bueno parece que ya se sabe de qué rola estoy hablando... y así es como mi mente divaga en una de las mejores etapas de los últimos años, no por las grandes aventuras que haya vivido, sino por la enorme carga de paz interior con la que me he visto bendecido.
En estos últimos meses me he sentido volar y arrastrar, lleno de vida y miseria a la vez. Y es en una extraña época de contrastes donde súbitamente una gran esfera de paz me ha devorado, mandándome a un estado letárgico donde finalmente he logrado conectarme con mi núcleo y esencia. Y ya de vuelta a mi hogar - en todos los sentidos imaginables - he logrado ver al cielo y sonreír, soñando con un mañana que, aunque se antoja difícil, será un gran tiempo para estar vivo.
No sé qué fue lo que pasó, pero la fugaz visita al Distrito Federal comenzó por desintegrar las cataratas de mi alma, abriéndome paso al verdadero sendero de la tierra y el cielo, hasta llegar a un punto en donde puedo sentir cómo es que todo está conectado: los objetos, las personas, y las acciones que tomamos para formar nuestro destino.
1 comentario:
El azul es un buen color.
La paz interior es saludable para todos. Esos momentos de elevada quietud emocional son los puntos idoneos para enfrentar conratiempos, calmar discusiones o convencer personas.
Es increible cuando se está así...
Jaa na !!
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